«Gane quien gane las elecciones del 9 de marzo mandarán los nacionalistas»

«ETA está en las instituciones porque el Gobierno socialista les dejó entrar»

Rosa Díez fundadora y candidata de UPyD por Madrid Lorena NOSTI

-Acaba de sacar un libro en el que desvela cómo Felipe González «humilló» a Bono en el congreso en el que salió elegido Zapatero. ¿No teme que desde el PSOE se considere traición?

-Es que no son cosas internas, ni cotilleos. Son cosas conocidas, aunque nadie las haya explicado. Lo que pasa es que yo lo cuento desde cómo lo viví yo. Pero es algo que ha tenido trascendencia pública y consecuencias, y no sólo para el PSOE, sino para el país.

-¿No se está más cómoda en un escaño en Estrasburgo que peleando contra dos gigantes?
-Sí, claro, pero la comodidad nunca ha sido lo que ha orientado mi vida en política. He hecho política toda mi vida en el País Vasco y, eso, siendo constitucionalista, nunca ha sido fácil. Siempre he hecho lo que creía que había que hacer sin pensar en la dificultad.

-¿Cómo ve la política socialista en el País Vasco?
-No es en el País Vasco, es en España. UPyD nace ante una situación nacional que para nosotros es grave, porque es una legislatura en la que se han roto todos los consensos básicos. Es la única democracia que conozco en la que no funciona ni un solo pacto de Estado y eso pone en quiebra el orden constitucional. Es un país, por tanto, sin horizonte. Ante esa situación, algunos tomamos la decisión de pasar de la calle al Parlamento, porque llegamos a la conclusión de que, salvo que haya un nuevo partido inequívocamente nacional, gane quien gane el 9 de marzo mandarán los nacionalistas. Y, respecto a Euskadi, ETA está en las instituciones porque el Gobierno socialista les dejó entrar y hay terrorismo callejero. Estamos bastante peor que hace cuatro años, pero por una política de Estado.

-¿Comparte entonces el mensaje de que España se rompe?
-Es que si se rompe la igualdad se rompe España, y la igualdad entre españoles se ha roto. El Estatuto de Autonomía de Cataluña amparado por el Partido Socialista establece un modelo confederal, una relación bilateral entre el Gobierno de Cataluña y el Gobierno de la nación que no es homologable ni extensible a toda España, con lo que se rompe el principio de igualdad. Para el PSOE parece que romperse España es que se caiga un trozo de mapa. Para mí que se rompa España es que se rompa la igualdad, y se ha roto. Hoy los ricos son más ricos y los pobres son más pobres con este Gobierno, según los datos del INE.

-¿Y eso se va a acentuar si se cumplen las previsiones de las encuestas?
-No sé cómo se verá el día 9 de marzo, pero yo creo que hay una marea incuantificada de millones de ciudadanos que saben que hace falta otra fuerza política. Por eso estoy convencida de que estamos en un fin de ciclo en el que termina el bipartidismo imperfecto y entra una tercera vía. No sé con qué fuerza, pero entra. La encuesta del CIS da un empate técnico entre el PSOE y el PP.

-¿Cómo valora esos datos?
-Son extraordinariamente esperanzadores, porque a nosotros, que no aparecemos en la prensa nacional, nos da un escaño. Además, dice que del 70 por ciento de personas que aseguran que van a ir a votar, hay un 30 por ciento que no tiene decidido el voto. Para mí, eso es grupo parlamentario para UPyD, porque un partido que nadie sabe cómo se llama e irrumpe en la encuesta con un diputado demuestra que existe esa marea que es muy positiva para el país.

-Y sin entrar en el mercadeo.
-En una campaña en la que todo el mundo ofrece dinero para captar votos, nosotros lo pedimos para podernos presentar y nos lo dan. En dos días hemos recaudado 25.000 euros de donaciones. Eso es porque existe un descontento hacia lo que hay.

-¿El voto joven está perdido?
-Mi experiencia me dice que no. En todos los actos que organizamos hay mucha más gente joven de la que yo estaba acostumbrada en ninguno de los mítines a los que he asistido. Hay mucha gente joven movilizada e implicada.

-¿Cuáles son sus promesas electorales?
-Es que no hay promesas. Para promesas están otros. Nosotros hacemos propuestas políticas. Tenemos un programa electoral que se va a presentar el lunes (hoy) y que colgaremos en la página web del partido. Tiene dos ejes: por una parte, iniciar un proceso de reformas de la Constitución, una revolución imprescindible que tiene que ver con el futuro del país. No queremos cambiarla, sino que se cumplan artículos básicos que el desarrollo constitucional o la distribución de competencias impiden que se cumplan, como que la educación ahora esté distribuida entre 17 comunidades autónomas. Es contrario a un principio básico, que es la igualdad. O cambiar el Tribunal Constitucional para garantizar la autonomía del sistema judicial respecto del poder político. O cambiar la ley electoral para garantizar que el peso de cada voto sea igual. Planteamos incluso cambiar ese artículo de la Constitución que habla de derechos históricos, comunidades históricas, nacionalidades y regiones para poner comunidades autónomas y ciudades autonómicas, y que todos nos llamemos de la misma manera puesto que todos somos lo mismo. O la reforma de la ley electoral y que los alcaldes sean elegidos directamente por los ciudadanos para evitar el chalaneo que se ha producido en las elecciones del 27 de mayo, que lo que se decidía en las urnas se cambiaba en los despachos, y para quitar la alcaldía a alguien sumaban churros con merinas. Es legal, pero es una perversión del sentido del voto de los ciudadanos. También tenemos programas sobre educación, inmigración, política exterior, sanidad, política económica… En ninguno de ellos hacemos promesas, hacemos propuestas políticas.

-En el caso de que sus votos sirviesen para inclinar el gobierno hacia un lado, ¿tienen decidido qué harían?
-Sí. No vamos a apoyar a nadie que no entre a debatir estas cuestiones clave. Si cualquiera de los dos necesita nuestro apoyo y entran a discutir estas cuestiones de fondo, lo tendrán. Si no, no apoyaremos a ninguno de los dos.

-¿Qué hay del discurso de Zapatero de no volver a negociar con ETA, le convence?
-A mí me convencerá Zapatero el día que proponga un pacto de Estado para derrotar a ETA, que es el pacto que rompió. Porque la derrota de ETA requiere de un pacto de Estado en el que esté clara la política antiterrorista que se va a llevar a cabo, y no de discursos. Dijo que había roto las negociaciones después del atentado de la T4 y hace unas semanas ha dicho que ha mentido y se ha quedado tan ancho. A un dirigente político se le mide por lo que hace, no por lo que dice, y él rompió el pacto más exitoso de la historia de España para derrotar a ETA, el que le hizo a ETA perder la esperanza. De mano, en su programa electoral no va. Hubo una propuesta de Ibarra, pero se la cargaron.

-¿El pacto actual no tiene ya ningún sentido?
-Es que el pacto ya no existe, ya no queda nada de él. Lo rompió el mismo día que decidió sustituir el pacto de Estado por un acuerdo con los nacionalistas para el final dialogado de la violencia. Es que este Gobierno ha hecho cosas que pasarán al «Guinness» dentro de unos años. Ha pactado la modificación de la política territorial del Estado con los partidos políticos que reniegan de él, y ha pactado la política antiterrorista con los partidos que nunca han querido derrotar a ETA, que se presentan como interlocutores pero que en el fondo son comisionistas. Los países serios esas cosas no las hacen.

-¿La inflación podría convertirse en el 11-M del PSOE?
-No quiero hacer ninguna comparación con el 11-M porque no es una fecha para comparar con nada, pero creo que el PSOE va a perder las elecciones, no por lo que más responsabilidad tiene, sino por la economía. No las va a perder por haber roto todos los consensos básicos y por haber dividido España por la mitad, sino que va a ser la economía la que le haga perder las elecciones.

-¿Y Asturias?
-Hay una clase política especialmente resignada y una ciudadanía que está esperando una disculpa para moverse, y ésa va a ser la gran sorpresa. En Asturias, tanto el Gobierno como la oposición están en el pasado.

La Nueva España-Asturias (19.02.2008)