Dos de cada tres ciudadanos -un 65,7%- son partidarios de cambiar la Ley Electoral para que los partidos nacionalistas no tengan tanta fuerza en la política del Estado y, por tanto, para que el Gobierno central no dependa tanto de esas formaciones políticas de las comunidades autónomas.
Frente a ese porcentaje, solamente un 20,9% considera que las cosas deben continuar como están ahora, según un sondeo realizado por Sigma Dos para EL MUNDO. Además, el 51% opina que las competencias de Educación deben volver al Estado.
Debido al sistema de reparto de escaños que establece la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, la tercera fuerza política de España -Izquierda Unida, con 1.300.000 votos- tiene sólo cinco diputados en el Congreso, mientras que partidos nacionalistas, que lograron mucho menos respaldo en las urnas, obtuvieron más escaños: CiU, con 835.000 votos, tiene 10 diputados; ERC, con 652.000, ocho, y el PNV obtuvo 420.000 votos, que se traducen en siete escaños.
A pesar de que la Ley perjudica a IU, los votantes de esta federación de izquierdas no creen que sea necesario reformarla, probablemente porque son partidarios de aplicar otros criterios para que la composición del Congreso sea más proporcional a la realidad plural de la sociedad española que reflejan los votos, pero sin restar poder a los nacionalistas. Una fórmula que han planteado en varias ocasiones, hasta ahora sin ningún éxito, es aumentar de 350 a 400 el número de escaños de la Cámara Baja.
Entre las personas consultadas por Sigma Dos, las que dicen haber votado al PSOE apoyan mayoritariamente que sea reformada esa Ley, algo que los votantes del PP también respaldan y en mayor porcentaje. En ambos casos, esta opinión favorable al cambio es la que domina tanto entre los electores más jóvenes como entre los de mediana edad y en los mayores de 65 años.
En coincidencia con esa respuesta, la mayoría de las personas consultadas achacan al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero haber contribuido a que los nacionalismos se hayan radicalizado durante esta legislatura. El 48,8% responsabiliza al Ejecutivo, lo que representa una notable diferencia de más de 13 puntos sobre el 35,6% que responde lo contrario.
Esta opinión crítica con el Ejecutivo socialista es compartida mayoritariamente tanto por los hombres como por las mujeres y en todos los segmentos de edades. Entre los votantes del PP es donde se registra un porcentaje mayor que opina de esa manera, mientras que los del PSOE, como es lógico, no reprochan al Gobierno una colaboración al radicalismo nacionalista.
Los seguidores de IU en las urnas tampoco atribuyen ninguna responsabilidad al Ejecutivo socialista, probablemente porque opinan que los nacionalismos no se han radicalizado.
La mayoría opina que el Gobierno que preside Rodríguez Zapatero ha hecho bien al animar la reforma de los estatutos de autonomía de las comunidades. A un 50,3% le parece que ese impulso es positivo, frente a un 32,4% que dice lo contrario. Tanto los hombres como las mujeres, de todas las edades, ven bien esa actuación del Gobierno.
Los menos entusiastas con el impulso a la reforma de los estatutos de autonomía son los votantes del PP: el 30,6% opina que el Gobierno ha actuado bien al animar esos cambios frente al 55,5%, casi el doble, que no está de acuerdo.
Estatutos de autonomía
En la legislatura que está a punto de concluir, las Cortes Generales han aprobado los nuevos estatutos de autonomía de Cataluña, Andalucía, Islas Baleares, Castilla y León, Aragón y Comunidad Valenciana. Los de Canarias y Castilla-La Mancha fueron presentados y han quedado pendientes.
Sobre uno de ellos, el de Cataluña, también se ha preguntado para esta encuesta. El 50,3% opina que, tras la aprobación por el Congreso del nuevo Estatuto de Autonomía catalán los recursos en España se van a repartir de una manera más injusta que en la actualidad. Por el contrario, el 26,5% considera que se repartirán de manera más justa.
Los constantes debates que ha habido durante esta legislatura en torno al nuevo Estatuto de Autonomía catalán y a otros asuntos relacionados con esa comunidad han influido, sin duda, en la opinión que tienen los electores.
En general, aunque con algunas variaciones, son mayoritariamente de esa opinión los hombres y las mujeres de todas las edades.
El Mundo (8.01.2008).
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