«En su origen, los mítines tenían otro sentido, servían para informar y para convencer, porque a menudo se celebraban en entornos hostiles. Pero ahora los asistentes a los mítines son una hinchada fiel que se presta a servir de puro relleno». Me suena.
Sé el primero en comentar en ««En su origen, los mítines tenían otro»