El partido de los pobres buenos

Federico García LorcaEn cierta ocasión le preguntaron al genial Federico García Lorca qué partido político era de su agrado, a cuál pertenecería, si es que no pertenecía a ninguno, entre aquellos existentes en su entorno. Él que había nacido para cabalgar sobre las nubes respondió, sencillamente: “soy del partido de los pobres buenos”.

Cuando me uní a la asociación Ciutadans de Catalunya lo hice atraído por el grupo de personas que la había promovido, por su persistente actitud de defensa activa, contra viento y marea, de la razón, universal, por encima de cualquier sentimiento, personal.

Era de los que creía que, pese a que son algo superado, históricamente, era necesaria la creación de un partido político, pues, son la única manera aceptada, de momento, de influir en la res publica. Así, se conformó Ciutadans-Partido de la Ciudadanía y desembarcamos, con éxito, en el “oasis catalán” para gritar aquello de “TV3 toma 3” y “llibertat, llibertat…”.

Nos fuimos dando cuenta, poco a poco, golpe a golpe, de que en el “desembarco”, a los idealistas les acompañaban algunos locos y muchos oportunistas.

Fernando Savater, otro de esos acostumbrados a cabalgar sobre las nubes, pero, comprometido, según susEntre los fundadores de 'Ciutadans de Catalunya' estuvieron quince intelectuales y profesionales locales (la mayoría, periodistas, editores, articulistas o profesores universitarios); estos quince eran el escritor Félix de Azúa, el dramaturgo y actor Albert Boadella, el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, el periodista Arcadi Espada, la escritora Teresa Giménez Barbat, la poeta y ensayista Ana Nuño, el profesor de Economía, Ética y Ciencias Sociales Félix Ovejero, el antropólogo Félix Pérez Romera, el periodista y profesor de periodismo Xavier Pericay, el escritor y crítico literario Ponç Puigdevall, el profesor de Economía y Empresa José Vicente Rodríguez Mora, el filólogo y profesor universitario Ferran Toutain, el fallecido escritor Carlos Trías, el periodista y poeta Iván Tubau y el escritor Horacio Vázquez-Rial. propias palabras, con devolver a la vida todo lo que esta le ha dado, acaba de manifestar en una entrevista concedida al elperiodico.com que cree que “hoy el pecado nacional verdadero es el oportunismo”. No puedo sino compartir su opinión.

Allí donde el oportunismo triunfa no hay sitio para “regenerar” (tengo un amigo, al que tengo mucho aprecio, al que esta palabra no le acaba de gustar y, a mí, quizás por ello, me está empezando a resultar antipática). Se hace necesario explorar otros horizontes, conformar una alternativa diferente. Tenemos la experiencia de Ciutadans y una oportunidad de oro que el destino pone en nuestro camino próximo.

Volverán a aparecer los locos y los oportunistas, pero, nosotros ya no somos aquellos idealistas ingenuos que comenzamos. Hemos conocido el valor del poder y el poder de la lealtad que está por encima de las ideologías.

Volviendo a Lorca y recordando una de las canciones populares antiguas que musicó; una de sus estrofas acaba diciendo así: ¡Anda, jaleo, jaleo! Ya se acabó el alboroto y vamos al tiroteo.

¡Yo, también, soy de ese partido!

Sitges, 4 de agosto de 2007

Antonio F. Ordoñez
antonioordonez@alternativaciudadana.es

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