La nueva financiación autonómica, ¿un debate entre extremeños?

Financiación autonómicaLa nueva financiación autonómica, tanto en su proceso como en su resolución, ha aparecido ante la opinión pública como una guerra de cifras y entre territorios. Y ambas guerras buscan ser centrales en el debate para así ocultar otras que no interesan a los grupos sociales que verdaderamente ostentan el poder.

La financiación es un tema de cifras y, también, de opinión. El antiguo reparto de fondos entre CCAA daba el curioso resultado que los gobiernos de algunas CCAA que podíamos calificar de receptoras disponían de más fondos per cápita de los gobiernos de alguna CCAA de las que podíamos calificar como aportadoras al sistema. Que quien recibe solidaridad acabe mejor que quien la aporta es algo incuestionablemente injusto. Algo fallaba en las fórmulas de cálculo utilizadas.

Está por ver si los nuevos parámetros, a la larga, generarán una situación diferente pero hoy por hoy parece ser que ganan los que ganaban que, si seguimos en el terreno de las CCAA, son Cantabria y La Rioja ( Navarra también pero está fuera de este sistema de financiación ).

La verdad es que la anterior financiación daba como grandes aportadores a Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana, además de Madrid, lo que ponía fácil el discurso victimista de territorios ocupados y, vistos los datos, hasta parece verosímil.

Hay una frase sintetizadora que circula por ahí : “ España no existe, sólo es reconquista cántabra “. La frase quizás no sea correcta pero sí refleja dónde se concentran los que verdaderamente mandan.

Y tanto mandan que, aún saliendo en todas las estadísticas como los que más dinero per cápita tienen, ningún medio de información se hace eco de ello. La pelea que a todos interesa es la Cataluña-Extremadura.

Interesa a las antes mencionadas porque siguen estando a la cabeza sin que se les incordie.   E interesa también a las demás pues pueden posicionarse con una u otra ante su propia opinión pública según les convenga sin generar debates externos que les sean negativos ( el caso más claro es Illes Balears ).

E interesa también, y mucho, a las clases dirigentes de todas las Comunidades, especialmente la catalana. Escoger Extremadura ó Andalucía como referente del enfrentamiento es lo rentable. Son tantas las familias originarias de esas comunidades residentes en Cataluña que su opinión sí es significativa ( por tanto, útil si está bien reconducida ). Conseguir que estén a favor de una mayor financiación para la Generalitat es clave para que las clases dirigentes catalanas obtengan más fondos con relativa facilidad.

Catalanes de origen extremeño hay muchos y en muchos lugares pero mayoritariamente se concentran en la conurbación de Barcelona.

¿ Son favorables al nuevo sistema de financiación ? Sí, porque aunque no tengan claro en qué será mejor que el anterior sí tienen clarísimo que “ en el pueblo se vive de puta madre y es gracias  a nuestra pasta “ ( es muy general oir que en el pueblo todos cobran el paro y trabajan unos mucho y otros cuando les da la gana ).

Gracias a enfocar la financiación como un debate territorial ha empujado a la mayoría de gente de origen inmigrante a comparar su realidad con la de sus familiares que permanecieron en sus localidades de origen. La conclusión rápida general es que salieron para mejorar y resulta que, para muchos, están con peor calidad de vida. Es una comparación torticera pues no forman parte de la comparación las ricas comunidades de Cantabria, La Rioja, etc.

 Y por otro lado, lamentablemente hay que recordar que el debate entre Comunidades no es todo el debate. No todos los catalanes están igualmente atendidos por su gobierno autónomo aunque el supuesto objetivo de la financiación autonómica no es sólo que se reciba el mismo servicio sea cual sea la Comunidad de residencia sino también dentro de cada Comunidad.

Dicho de otra manera, situar el debate en un enfrentamiento entre Comunidades oculta el debate de la distribución intra-Comunidad. Es decir, lo que nadie les pregunta a los catalanes de origen extremeño es si el gasto público dentro de Cataluña les parece correcto. Ocultando así dos problemas básicos : el de porqué razones una familia tiene altísima probabilidad de permanecer en la misma clase social por generaciones y si el dinero público se utiliza para corregir esa situación.

Con toda seguridad no es lo mismo para impulsar el cambio social fundirse el dinero en embajadas para que bienvivan familiares de los gobernantes y otros allegados políticos que gastárselo en crear una buena red de atención primaria sanitaria ó en refuerzos educativos. Con lo primero, por generaciones, mandarán los de siempre y con lo segundo acabarán mandando mayoritariamente los mejores. Por eso las cosas son como son.

¿ Por qué, siendo teóricamente su terreno, los llamados partidos de izquierda no tocan ni de refilón la distribución de fondos dentro de cada Comunidad Autónoma ?

La deriva general de los llamados partidos de izquierda hacia una especie de “ falangismo de buen rollo “ , que es claramente manifiesto en la de aquellos radicados en “ naciones sin estado “ ha negado el debate intra-comunidad.

¿ Ayudará el nuevo sistema de financiación a que, por fin, se abra este debate ?.

Pedro Fernández (30.07.2009)

Sé el primero en comentar en «La nueva financiación autonómica, ¿un debate entre extremeños?»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


Traducción »