Qué quieren qué les diga, a mi PODEMOS me parece lo más parecido a cosas vistas y repetidas desde hace mucho tiempo: la Unidad Comunista de Santiago Carrillo, nacida contra el PCE al no poder controlarlo y acusando a éste de entregarse al PSOE; más tarde, la Nueva Izquierda, encabezada por altos dirigentes del PCE hasta una hora antes; posteriormente, en cada ocasión, hubiera crisis de IU o perspectiva de crecimiento, siempre aparecían un nuevo grupo o grupos de postmodernos que abominaban de los arcaicos dirigentes del PCE y de sus métodos «estalinistas», se proclamaban los ímprescindibles defensores de la unidad de la izquierda y se autoerigían en la alternativa al PP, al bipartidismo y al capitalismo.
Nada nuevo pues. Las palabras de José Carlos Monedero, Pedro Chávez, o Pablo Iglesias son la repetición. Como siempre tienen el apoyo incondicional de los distintos medios de propaganda progres afines al PSOE y hasta de algunos conservadores a los que ya les va bien la fragmentación de la izquierda ante las horas bajas del PP y de todo lo que representa.
Por todo lo dicho, a mi la propuesta de Iglesias y compañía no sólo no me parece «excelente», sino divisoria. Y no lo digo porque me deba o no a IU, sino porque estoy cansado de aventuras detrás de las cuales hay siempre la charlatanería izquierdista y moderna, el iluminismo redentor de pueblos y el olor de los sillones de piel en el horizonte.
Congreso de CUT-BAI
Saludé y defendí hace un año, y continúo defendiendo, las movilizaciones de los jornaleros y jornaleras del campo, las ocupaciones de fincas para trabajarlas y la requisa de productos de las grandes superficies para dárselas a las personas y familias más necesitadas. No tengo nada en contra de Gordillo, a pesar de que éste pactaba con Llamazares en contra del PCE cuando le interesaba, y menos todavía contra Cañamero, que me parece más serio que el anterior. Pero la verdad, después de su congreso, estoy algo desconcertado y perplejo. En él se han aprobado cosas como las siguientes: un «proceso constituyente» andaluz como «expresión política de independencia» porque «Andalucía no es España, existió antes de que se configurara el Estado Español y seguirá existiendo tras su caída» ; también se aprueba «construir un futuro propio junto al resto de pueblos del Mediterráneo fuera del euro y de la UE y fuera de la esclavización española».
Y me pregunto, ¿con éstos y los invitados presentes de Bildu, la CUP catalana, los gallegos de Anova y Pablo Iglesias vamos a construir la IIIª República Federal Española? ¿O quizás el nuevo feudalismo, republicano y socialista, por supuesto? Estoy intrigado por conocer la respuesta. No sé si las direcciones de IU y del PCE me aclararán las cosas. A lo mejor me las aclararán CiU, ERC y el conjunto de los independentistas, que se pondrán muy contestos con la independencia de Andalucía, ya que así no tendrán que mantener más a los vagos del sur que se pasan el día en el bar con el dinero de los impuestos catalanes, como dio a entender Durán i Lleida hace muy poco.
Francisco Frutos, Blog de Francisco Frutos, 20-01-2013
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