Crónica Global no nace sólo por razones empresariales internas. Estamos convencidos de que existe un espacio mediático en Catalunya cubierto de forma insuficiente y que pretendemos ocupar como referente principal: el de todos aquellos que, con sensibilidades distintas y plurales, quieren una información hecha en Catalunya y por catalanes que no esté mediatizada por el regimen. Una parte importante de la sociedad catalana reclama un proyecto periodístico transversal e independiente de los partidos politicos y de los poderes públicos que conteste la propaganda independentista con racionalidad y sin aspavientos pero sin bajar la cabeza. Aspiramos a ser portavoces de aquellos catalanes que quieren mantener su identidad plural en el marco español y europeo. Que piensan que el pregonado choque de trenes no sólo sería una calamidad economica y social para todos los catalanes si se consuma, sino que su mera formulación ya lo está siendo. Porque implica desgobierno, enfrentamientos, falta de transparencia y degradación de la democracia. Un ejemplo: el jefe de la oposición es el principal impulsor y defensor de la política del gobierno pero no quiere asumirla con luz y taquígrafos. Por eso tenemos una supuesta mayoría parlamentaria incapaz de aprobar unos presupuestos pero que sigue gobernando y recortando lo mismo o más que con presupuestos pero sin ningún control.
Un régimen con unos medios públicos y privados que, en su mayoría, son mera cadena de transmisión de la propaganda oficial y que, además, se niega al control de su actividad al no aprobar sus presupuestos, no puede calificarse como una democracia plena. Catalunya se parece más a Rusia o Venezuela que a las democracias europeas. Y eso que el poder del regimen es limitado.
Crónica Global se dirige a estos catalanes. A los que creen que una información veraz desde Catalunya es un requisito necesario para desmontar democráticamente la locura de la confrontación entre catalanes a que nos conduce la política impulsada por Mas y sus aliados. Y también a los que creen que hay que dar una respuesta periodística a aquellos medios que desde el resto de España fomentan la catalonofobia por intereses personales, políticos o empresariales en connivencia fáctica con los que desde aquí fomentan la hispanofobia. Sabemos que somos un granito de arena. Por eso pedimos el apoyo de todos aquellos que piensen que el proyecto es útil a la sociedad catalana.
Por último, anunciar que contaremos con un amplio y plural Consejo Editorial que además de incorporar a los más destacados colaboradores actuales incorporará a personas de reconocido prestigio en el mundo académico, cultural y periodístico.
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