Pero entrar en el terreno de juego del nacionalismo implica darse cuenta de que el discurso de los sentimientos ha sido cambiado por el económico, y éste sólo puede abordarse desde la razón.
Pero entrar en el terreno de juego del nacionalismo implica darse cuenta de que el discurso de los sentimientos ha sido cambiado por el económico, y éste sólo puede abordarse desde la razón.
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