El ‘número dos’ de Montilla aclara que solo aspira a dirigir el partido, no la Generalitat
«El nuevo líder saldrá de las primarias que defiendo», dice el viceprimer secretario
Miquel Noguer – Barcelona.- Miquel Iceta también quiere dirigir el Partit dels Socialistes de Cataluña (PSC). Pero el actual número dos del partido no quiere ser uno más, el cuarto candidato, sino ejercer de aglutinador de las tres candidaturas ya presentadas y pilotar la travesía del desierto hasta que salga un líder capaz de encabezar con éxito el cartel socialista a la Generalitat. Es decir, liderar una suerte de interregno para «reconstruir» el partido. Así lo dio a entender ayer en una conferencia en la que se postuló para sustituir a José Montilla al frente del PSC y en la que dejó claro que no quiere rivalizar con Àngel Ros, Pere Navarro o Joan Ignasi Elena, sino unirlos en una candidatura encabezada por él. Iceta trató de acercarse a los otros candidatos asegurando que no tiene aspiraciones de convertirse en candidato socialista a la Generalitat, sino únicamente de alcanzar la primera secretaría del partido.
El objetivo de Iceta es hacerse con el control del PSC. Por eso insistió en que lo que se va a elegir en el congreso de diciembre es la dirección del partido, no el candidato a la Generalitat, que, entiende, debe emerger de unas primarias abiertas a toda la población. «Creo que el nuevo líder del socialismo catalán saldrá de las elecciones primarias que defiendo, pero para llegar a estas primarias necesitamos un dirigente y un equipo capaces de impulsar los cambios que el partido tiene que hacer para volver a ser un instrumento útil para los progresistas», dijo Iceta. Con eso aspira a atraerse tanto a Àngel Ros, alcalde de Lleida, como a su homólogo de Terrassa, Pere Navarro, con ganas de ser candidatos a la Generalitat.
A partir de aquí Iceta se centró en defender su candidatura. «Podría ser un buen primer secretario por mi experiencia política, por mi capacidad de análisis, de trabajo de equipo y de integración, por mi talante abierto y mi capacidad de sumar, y porque no me planteo como objetivo presentarme a las primarias para ser candidato a la Generalitat».
La hoja de ruta de Iceta pasa por no presentar en firme su candidatura hasta el mismo congreso para tener así tiempo de tender puentes. Si lo consigue, evitará tener que medirse con los otros candidatos en un proceso que una parte del partido ve necesario para purgar las últimas derrotas y que otro observa como una amenaza para la unidad interna. Iceta se alineó con estos últimos: «Estoy dispuesto a tirar del carro como el primero de los militantes o a empujar el carro como el último de los militantes, pero no estoy dispuesto a que el carro vaya por el pedregal».
Iceta sabe que tiene elementos en contra. De entrada, porque forma parte del núcleo dirigente del PSC que no pudo evitar las últimas y estrepitosas derrotas en las elecciones autonómicas, municipales y generales. Iceta decidió no ocultar ayer este obstáculo y utilizarlo para humanizar su candidatura ante la militancia: «Soy consciente de que soy corresponsable de errores y flaquezas que hemos cometido a lo largo del tiempo. Quizá por esto y por mi veteranía política no sea la persona más adecuada para encabezar la nueva dirección. Pero esto no puedo decidirlo yo, sino vosotros».
El País (25.11.2011)
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