Ciudadanos y UPyD

 

Albert Rivera: valoración del Presidente de C’s de los resultados de las elecciones generales 

Cuando UPyD se presentó a las Generales de 2008 Ciudadanos ya había dado la sorpresa entrando en el Parlament de Cataluña en el 2006 y había conseguido sus primeros concejales en las Municipales de 2007. La novedad de Ciudadanos radicaba en un discurso de raíz constitucionalista que propugnaba la regeneración política y la pretensión de apoyar políticas de Estado sin el chantaje de unos nacionalismos cada vez más desleales.

Han pasado unos pocos años y se ha evidenciado que el diagnóstico de Ciudadanos, tanto para Cataluña como para el resto de España, era acertado. Vivir al margen de la realidad tanto tiempo ha sido determinante para que un intento de cambiar el rumbo a última hora no surtiera efecto y ha despeñado al PSOE por un precipicio al que no se le ve el fondo. En Cataluña se acentúa el perfil secesionista de una CiU que en esta ocasión agita el conflicto fiscal encarnando la enésima zanahoria que tanto excita a catalanistas y a todos aquellos que buscan el refugio del voto útil. En el País Vasco las cosas no son demasiado diferentes a falta de que allí el PSE se eche al monte como el PSC en Cataluña, un PSC que a la vista de los resultados ha corrido un tupido velo que envuelve su calvario personal.

Sí, han pasado unos pocos años y la idea de Ciudadanos ha sido enmarcada, envuelta, empaquetada y publicitada bajo la marca de UPyD desde la comodidad que significa vivir en la capital del reino. En estas pasadas elecciones esa idea de regeneración ha prendido además en una parte nada desdeñable de la ciudadanía y se han beneficiado fuerzas clásicas y algunas nuevas, aprovechando la desintegración de la masa electoral del PSOE. Las ideas no tienen dueño, no se pueden registrar, pero si en la política española del siglo XXI alguien ha fabricado alguna ese alguien ha sido Ciudadanos.

Ciudadano va a seguir fiel a su discurso, desde la experiencia acumulada, con el convencimiento de que la coherencia y la constancia serán mejor valoradas con el paso del tiempo, y determinados a fortalecer su presencia institucional allí donde hoy es más necesario, en los territorios donde el nacionalismo busca la quiebra del Estado en su beneficio, en un movimiento que es mucho más difícil de realizar pero que a nuestro entender cimenta de manera más sólida la concordia de todos los españoles. La especial relación que Ciudadanos ha mantenido hacia UPyD toca a su fin, el empeño por construir una nueva vía que aglutine la voluntad de construir en positivo pasará por otras consideraciones, UPyD es un partido más.

Albert Rivera

C’s (25.11.2011)

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