Amanece que no es poco. Primero de todo

Amanece que no es poco. Primero de todo: buen artículo Robles. Extenso pero ameno de leer. No puedo añadir nada a lo dicho. Pero leyendo a la Gabancho me vino a la cabeza la película cuyo titulo pongo al inicio. Maravillosa y divertida película, esperpéntica, irónica, provocativa. En ella teníamos hombres que nacían de la tierra, como las lenguas de la Gabancho… os imagináis una lengua naciendo de la tierra.. ¡cuidado al desarraigarla! he hablado de desarraigo? ya la estoy liando.. A lo que iba al final de la película el sol sale por donde no debe. Imagino a la Gabancho, al igual que el guardia civil con el sol, sacando la pistola y liándose a tiros con el castellano. Suerte que al sol y al español los tiros no les llegan a dar. Lo malo es que el uso de la lengua como instrumento de asimilación identitaria es propio de totalitarismos como el de Franco. Y ahora en democracia ya no tienen justificación, hay unas sentencias que les obligan y no cumplen….. Y el Estado ¡ausente!