La televisión autonómica homenajea a la organización radical independentista
La televisión pública de Cataluña coproduce y emite un documental ensalzando a la organización radical independentista que operó entre 1981 y 1993, aprovechando que se celebra el 30 aniversario de su creación
TV3 ha emitido este viernes el documental La Crida, historia de una respuesta, aprovechando el 30 aniversario de la presentación pública de la organización radical independentista el 24 de junio de 1981 en el Camp Nou. El reportaje pretende ser un testimonio imparcial de los 12 años de vida de un movimiento que, con la excusa de promover la lengua catalana, realizó todo tipo de actos en contra del uso del castellano en Cataluña, exigiendo incluso suprimir su oficialidad.
Nacida como reacción frente al Manifiesto de los 2.300 (que reclamaba el respeto de los derechos lingüísticos de los castellanohablantes de Cataluña), la Crida a la solidaritat en defensa de la llengua, la cultura i la nació catalanes protagonizó durante los años 80 y principios de los 90 incontables boicots, chantajes y sabotajes a lo que consideraban una agresión españolista: pintadas y sentadas en empresas privadas que no utilizaban el catalán en sus comunicaciones (principalmente supermercados, hamburgueserías y centros comerciales, previa amenaza de realizar “acciones directas”); robo de banderas de España de edificios oficiales (incluido el propio Palacio de la Generalidad); sellado de cerraduras de organismos públicos; boicot contra los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 por considerar que no estaban suficientemente catalanizados; o un boicot a un espectáculo de Tip y Coll porque este pidió que se le hiciese en castellano una entrevista en Catalunya Ràdio.
Terra Lliure y Herri Batasuna
Destaca especialmente el carácter violento de las manifestaciones convocadas por La Crida (muchas de ellas junto al Moviment de Defensa de la Terra, brazo político de la organización terrorista Terra Lliure), que solían terminar con disturbios frente a la policía, quema de contenedores y banderas de España, lanzamiento de cócteles molotov, gritos a favor de Terra Lliure, heridos, detenidos y, en una ocasión, llegaron a incendiar una caseta electoral del PSC que se encontraron a su paso.
También fue remarcable la colaboración de La Crida con Herri Batasuna (posteriormente ilegalizada por formar parte del entramado de ETA), invitando a sus manifestaciones a líderes de la formación (y recibidos con gritos a favor de ETA), pidiendo el voto para HB en las elecciones europeas (incluso después del atentado de Hipercor), o realizando un homenaje a Josu Muguruza. Fue tal la cercanía que la propia ETA se fijó en La Crida como referente para crear un grupo de presión callejera en el País Vasco, y posteriormente reclutó algún colaborador entre antiguos militantes de La Crida.
Financiada a través de la Generalidad
En mayo de 1988, el periodista de El País Albert Montagut (actual director de ADN) destapó una trama para financiar La Crida mediante subvenciones de la Generalidad (1, 2, 3, 4 , 5, 6, 7 y 8), utilizando como tapadera la Asociación Catalana de Vexilología, que supuestamente se dedicaba al estudio de las banderas. El entonces presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, defendió la idoneidad de las subvenciones, aunque aseguró desconocerlas.
Sus principales dirigentes utilizaron La Crida como trampolín para su promoción personal. Àngel Colom, alma máter del movimiento, saltó a ERC en 1986 y, tras su efímera aventura del Partit per la Independència junto a Pilar Rahola y Joan Laporta, en la actualidad es el secretario de inmigración de Convergència y está implicado en el caso Palacio de la Música. Jordi Sánchez, en 1996, tres años después de la disolución de La Crida, se incorporó como consejero de la Corporación Catalana de Radio y Televisión, donde estuvo hasta 2004. Hoy es adjunto al Síndic de Greuges. Aureli Argemí, ex monje de la Abadía de Montserrat, ha presidido el CIEMEN desde su fundación en 1974 hasta el pasado mes de abril, cuando fue relevado por otro de los ex dirigentes de La Crida, Carles Riera. El CIEMEN es una de las entidades independentistas que más subvenciones recibe de la Generalidad.
Suavización del fanatismo de la organización
Sorprendentemente, gran parte de estos actos se omiten o aparecen dulcificados en el documental de TV3, que presenta a la organización como un movimiento cívico y romántico. La cinta está coproducida por Zeba Produccions (autora del polémico reportaje Terra Lliure, punt final) y por la propia televisión autonómica de Cataluña, en colaboración con el Instituto Catalán de las Industrias Culturalesde la Generalidad, el CIEMEN, la Obra Cultural Balear y la Fundació Josep Irla (vinculada a ERC).
El documental insiste en subrayar el carácter “no violento” de las “acciones” de La Crida y, en sus 51 minutos de duración, solo dos de los 25 entrevistados son inequívocamente críticos con los medios y los fines de la organización: el periodista Arcadi Espada (que aparece durante 25 segundos) y el sociólogo Amando de Miguel.
La voz de Barcelona (27.06.2011)
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