Los privilegios de cualquier clase, son incompatibles con el principio de igualdad, recogido en nuestra Constitución española. No quiere decir ello que no quepa tratar de forma diferente situaciones diferentes -como pudiera ser la situación de algunos altos cargos al dejarlos respecto a la de la mayoría de ciudadanos que no los hayan ejercido- pero no hasta el extremo de crear, de forma arbitraria y artificial, verdaderas situaciones de privilegio. Buen artículo que apunta soluciones… esperaremos a verlas en otro ‘post’.
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