Desde que sus jefes de La Vanguardia le han ordenado que deje de insultar a la gente, Morán se ha vuelto soporífero. No he sido capaz de llegar al final.
Desde que sus jefes de La Vanguardia le han ordenado que deje de insultar a la gente, Morán se ha vuelto soporífero. No he sido capaz de llegar al final.
Sé el primero en comentar en «Desde que sus jefes de La Vanguardia le»