Por Dios, Montse, no vayamos a mezclar los anarcos con los enarcas, que son gente bastante diferente. Ya sé que ha sido un dedazo, pero es que me ha gustado ese término híbrido: «enarco». Y hablando de esos términos, yo también me quedo con «compañero» que viene a ser aquél con quien se comparte el pan. Y si «colega» es aquel con quien se comparte la lectura, «camarada» será aquel con quien se comparte la cama; y esas son ya palabras mayores.
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