Sr. Ovejero, Le voy a poner al corriente de la realidad, pues por lo que se ve usted sabe muy poco de lo que habla, por lo menos en lo que respecta al dichoso Impuesto de Sucesiones. Mi caso es el siguiente: Vivo en Cantabria, trabajo cuando hay trabajo y en este momento estoy en paro cobrando 421 euros. Por otro lado mi tío es un señor de 79 años con la pensión mínima, hace poco mas de un año falleció su hermana y nos dejó en herencia a mi tío y a mí, lo uúnico que tenía; su casa, un piso, no el Palacio de la Moncloa, ojo, un piso. Pues bien, La Agencia Tributaria nos reclama mas de 100.000 euros en concepto del Impuesto de Sucesiones, dentro de la deuda se incluye tambié el valor del «Ajuar» unos muebles que no valen mucho y que la Agencia tributaria calculó sin verlos y sin saber si había o no había algo dentro del piso, lo valoró digo en ¡¡12.000 euros!! Ya metidos en disparates… Pues venga que ésto es Jáuja y puestos a a saquear vamos a saquear bién, que con los débiles es fácil. Nosotros no nos negamos a pagar y por eso pedimos un fraccionamiento para el pago de ese impuesto. La respuesta fué que sí, que se nos concedía la gracia de ir pagando unos 2.000 euros durante cinco años. Mi tío y yo no podemos pagar esa cantidad mensual. La casa que es un patrimonio familiar y que mi padre y mi abuelo contribuyeron a pagar la hemos puesto en venta desde hace un año para poder hacer frente a éste esperpento de impuesto, pero dado la actual situación inmobiliaria y financiera que atraviesa el país no se vende de momento. Mientras, Hacienda nos manda cartas amenazadoras, que si ha aumentado la deuda , que si recargos, que si nos van a embargar, etc. Sr Ovejero; por favor, digame usted de donde sacamos mi tío y yo 100.000 euros de golpe, ó bién 2.000 extras todos los meses durante cinco años le recuerdo que no vivimos en Holanda con los sueldos de Holanda, vivimos en Españas con los salarios de aquí. Un ultimo detalle. No hemos heredado capital, es decir dinero, en ese caso si podríamos pagar esa cantidad y no dejaría de ser una canallada, desproporcionado, injusto y falto de equidad pero por lo menos nos quitaríamos de encima ésta espada de Damócles.
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