Guerra fratricida en los socialistas catalanes por la ‘cuota’ de poder

El conseller de Educación, Ernest Maragall (Efe).Maragall tiene la vista puesta en las próximas elecciones

Todo por la cuota. Así es como se vive en el seno de los socialistas catalanes la polémica generada por el consejero de Educación, Ernest Maragall, que ha reclamado este fin de semana un grupo parlamentario propio para el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y ha augurado el fin del reinado del Tripartito. En otras palabras, lo que Maragall vino a decir es que la fórmula no funciona y que el presidente catalán, José Montilla, debe dar un golpe de timón.

Maragall, un analista serio y profundo, vaticinó que el gobierno catalán, en su composición actual, está agotado. Acusó a su propio partido de no tener un “proyecto de país” y reclamó cambios estructurales importantes. José Montilla, hombre poco dado a escenificar dialécticas públicas, calló de cara a la palestra, pero el horno no está para bollos. Ello propició, además, que el propio Maragall presentase su dimisión a Montilla, que no fue aceptada. Una fuente de la dirección del PSC señala a El Confidencial que la “salida de tono” de Maragall con sus críticas hacia la estrategia del Ejecutivo catalán y hacia los socios del Tripartito “ha de leerse también en clave interna. Se están elaborando las listas electorales y el sector catalanista del PSC quiere tener un peso específico”.

En este sector se encuadran, entre otros, el consejero de Economía, Antoni Castells, la consejera de Justicia, Montserrat Tura, el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, y la consejera de Sanidad, Marina Geli. De todos ellos, sólo Castells fue tajante en la defensa de Maragall respecto a las críticas lanzadas contra el Gobierno de la Generalitat. Pero algunas fuentes socialistas remarcan que Castells, ante la apisonadora oficial del PSC, ha dejado solo a Ernest Maragall. Fuentes de los socialistas catalanes señalan a este diario que “estamos hablando de los mismos debates de siempre. Algunas de las propuestas de Ernest son reiterativas, como la creación de un grupo parlamentario propio de los socialistas catalanes en el Congreso. ¿Por qué no lleva esta propuesta al congreso del partido? Es más, ni siquiera la ha llevado a la Agrupación de Gràcia, que es la que a la que pertenece”.

Estas fuentes añaden que “el sector catalanista quiere marcar territorio”. En este sentido, las huestes de Maragall y Castells velan armas. El primero mantuvo el jueves pasado una cena con el staff de un importante medio de comunicación para reconducir el tema de las repercusiones de la conferencia de Maragall -cargándose al Tripartito- del día anterior. Fue el medio de comunicación que al día siguiente publicó una información hablando de un posible tándem entre Carme Chacón y José Montilla para las elecciones autonómicas catalanas. Pero obviaba que, para ello, falta saber si Rodríguez Zapatero cuenta con ella en la remodelación que, se sospecha, prepara para mediados de año. Si Chacón es ascendida, no volverá a Cataluña. En caso contario (es decir, si sale del Gobierno), habría que buscarle acomodo y podría ser la segunda en la lista electoral.

Diversas fuentes de la dirección del PSC consultadas por El Confidencial explican que, en la reunión que ayer mantuvo la Ejecutiva del partido, Maragall recibió duras críticas de sus compañeros. “Se ha metido en un lío -afirma una de las fuentes-. Se ha dado cuenta de que tenía que rectificar. Todos los que intervinieron en la Ejecutiva le dijeron que había sido inoportuno. Por eso, ya por la tarde, hizo un gesto presentando su dimisión”.

Uno de los puntos más conflictivos que le echaron en cara fue la afirmación de que “el PSC no tenía un proyecto de país. Eso lo quiso rectificar. Pero sí, estamos de acuerdo en que el partido ha de tener un perfil propio y no puede presentarse a unas elecciones pensando en que ha de reeditar un Tripartito, sino para ganarlas con mayoría”.

El Confidencial (16.02.2010)

Sé el primero en comentar en «Guerra fratricida en los socialistas catalanes por la ‘cuota’ de poder»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*


Traducción »