Otegi encabeza un documento de desmarque de ETA

Currin, el mediador de la izquierda abertzaleEl sector de la izquierda abertzale partidario de marcar distancias con ETA concluyó durante el pasado verano una nueva propuesta política que “rechaza” la violencia, aunque elude su condena explícita. El documento en cuestión ha sido elaborado con la ayuda del mediador sudafricano Brian Currin, que ya intervino en el frustrado proceso de paz, aunque permanece “aparcado” porque sus promotores temen que ETA lo torpedee. Fuentes políticas vascas que conocen la iniciativa manifestaron a este diario que se trata de “una apuesta sincera” y no de una mera estratagema para recuperar la legalidad.

La nueva propuesta política la lidera Arnaldo Otegi, ex portavoz de Batasuna, y cuenta entre sus promotores con el ex secretario general del sindicato abertzale LAB, Rafa Díez Usabiaga; el ex dirigente de ETA Eugenio Etxebeste “Antxon”, el abogado Íñigo Iruin, y Rufi Etxeberría, ex dirigente también de Batasuna, que quedó recientemente en libertad al cumplir el máximo de cuatro años de prisión provisional. Otegi y Etxeberría representaron a Batasuna en las conversaciones de Loyola, en las que alcanzaron un acuerdo con PSE y PNV para poner fin a la violencia que fue boicoteado por ETA cuando ya tenía fecha para ser suscrito.Brian Currin, abogado de profesión, fue uno de los líderes del movimiento antiapartheid en Sudáfrica y la persona que el Congreso Nacional Africano designó para participar en el proceso de paz cuando la izquierda abertzale requirió su colaboración en el mismo. Su experiencia en la resolución de conflictos violentos hizo que el parlamento británico le nombrara miembro de la comisión de excarcelación de presos del IRA en el proceso de paz de Irlanda, labor en la que aún hoy sigue trabajando.Las fuentes conocedoras del proceso en marcha aseguran que la propuesta que lidera Otegi tiene el apoyo de la mayoría del mundo radical y se ha hecho sin la complicidad de la banda terrorista. “ETA les ha dicho que tienen luz verde para hacer lo que quieran, pero que la organización va a seguir su camino y sólo apoyarán la iniciativa si le demuestran que sirve para dar un salto adelante cualitativo”. La impresión es que  ETA no cree en la nueva propuesta política y tiene intención de mantener su escalada terrorista al menos en el medio plazo, lo que suponen tres o cuatro años más de atentados.

El Gobierno ve la iniciativa con preocupación

Estos movimientos en la izquierda abertzale son conocidos por el Gobierno, que los ha descalificado, en público y en privado, con el argumento de que se trata de una estrategia diseñada para eludir la ilegalización de sus formaciones políticas y poder concurrir a las elecciones municipales y forales de 2011. De hecho, los socialistas han mantenido contactos con otras formaciones políticas para consensuar una respuesta común en el caso de que los batasunos hagan público su desmarque de la violencia. Las fuentes nacionalistas consultadas creen que los promotores de la propuesta tienen un problema casi irresoluble. Si ETA da públicamente su respaldo a la iniciativa y declara, por ejemplo, una tregua, el Gobierno tendrá elementos para decir que se trata de una iniciativa auspiciada por la banda. Si, por el contrario, ETA calla, pero vuelve a asesinar tras hacerse público el documento, le estará restando todo su valor político y quemará definitivamente a sus valedores, ya muy desgastados tras el frustrado proceso de paz.

Situación de bloqueo

Un destacado conocedor de la situación manifestó a este diario que una fórmula para desbloquear la situación sería que ETA trasladara al Gobierno por canales privados su apoyo a la propuesta y se comprometiera a no cometer atentados. La fórmula de “no tregua-no atentados” que precedió al último proceso de paz. “El problema –dice la citada fuente- es que ETA no está por la labor, y la impresión es que dan ya por descontado que estamos ante una nueva fase de atentados”.

Otra fuente nacionalista mostró su convencimiento de que, antes o después, la nueva propuesta de la izquierda aberzale verá la luz. “Lo que no puede ser es que Otegi haga un documento con el respaldo de una mayoría, se guarde en un cajón y no sirva para nada. La situación tiene que explotar por algún lado”.

El Confidencial (17.09.2009)

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