UPyD está obteniendo un éxito consider

UPyD está obteniendo un éxito considerable en las zonas más pudientes de Madrid, y en provincias poco industrializadas como Guadalajara o Soria. Las elecciones del País Vasco han permitido entrar por los pelos a Gorka Maneiro, pese a que la campaña no se hizo muy bien a mi jucio. Se habló mucho de falta de libertades, algo obvio desde hace tantísimo tiempo, pero hubo escasas referencias a la crisis, a las políticas económicas neoliberales del PNV que han dejado esquelético el tejido industrial vasco y a expensas de las iniciativas de otras potencias europeas. Pero el gran problema de UPyD lo tiene en Cataluña. No se puede culpar únicamente a la presencia de Ciudadanos. UPyD sigue siendo invisible para la sociedad catalana. El reto de UPyD es ganarse al cinturón industrial barcelonés, el mismo reto que tuvo Ciudadanos. Sin embargo, los de Rosa Díez no han estado en los momentos clave. ¿Dónde estuvieron el 1º de Mayo? ¿Se han manifestado contra los abusos de la banca? ¿Han estado con los trabajadores de Nissan, por ejemplo, afectados por los EREs? ¿Se manifestó UPyD-Cataluña contra la medida europea de las 65 horas laborables? Es evidente -lo han dicho ellos mismos por activa y por pasiva- que los miembros de la dirección de UPyD no están precisamente por que sea un partido de izquierdas. La entelequia de la transversalidad podrá servir para forzar un falso consenso por el momento, pero dentro de no demasiado tiempo se revelará como un trayecto ideológico y táctico equivocado. La situación sociológica y política catalana sigue pidiendo a gritos un partido de izquierdas beligerante con el nacionalismo, un partido que desempeñe el papel que nunca desempeñaron -al contrario- el PSUC y el PSC. Ésta es la razón por la que nos cuesta tanto a muchos trabajadores catalanes identificarnos con formaciones como UPyD.