Lo que pasa ahora no es nada nuevo. En el transcurso de los tiempos (y ya van 2000 años), han habido herejías y contestaciones varias, que o han contribuido a erradicar los vícios incrustados en ella, o solo han sido vientos pasajeros que solo satisfacían modas o intereses espúreos. Actualmente, la contestación, o mejor dicho, la agresión mayor, viene dada por esa nueva religión que es el ateismo militante. Por contra la Iglesia Católica nunca ha estado más dialogante, incluso algunas veces parece que se llega al idilio, con los anglicanos y los ortodoxos. En este viaje del Papa a Jordania, ha vuelto a poner de manifiesto que no tiene empacho ni mucho menos en dialogar, no solo con los judios, si no con los musulmanes no fanatizados, pues los considera servidores del mismo Dios. En cuanto a las Iglesias Evangélicas, son eso iglesias, cada vez más numerosas, pues cada una procura satisfacer la pàrticular forma de ver la religión, disponiendo en la mayoría de los casos de presupuestos de «milagrosa procedencia». Si en España y en general en Europa hay una crisis de vocaciones, estas se compensan con creces con las que hay en Latinoamérica y Africa principalmente. No sería raro y yo lo vería muy positivo, que ahora fuesen los nativos americanos y africanos, los que nos evangelizaran a nosotros.
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