Reino Unido | Ataque en Irlanda del Norte, a 25 kilómetros de Belfast
Eduardo Suárez (Envidao especial) – Efe – Belfast.- El primer ministro británico, Gordon Brown, ha condenado el atentado contra en una base militar en Irlanda del Norte, que causó la muerte a dos soldados, y ha subrayado que el ataque no echará por tierra el proceso de paz en la provincia. "Ningún asesino podrá hacer descarrilar un proceso de paz que cuenta con el apoyo del pueblo de Irlanda del Norte".
Por su parte, el Sinn Fein, brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA), ha condenado el atentado y su presidente, Gerry Adams, ha asegurado que los responsables del ataque "no tienen ni apoyo ni estrategia para lograr la unificación de Irlanda". Además, consideró el tiroteo como una agresión contra el "proceso de paz".
La Policía norirlandesa (PSNI) ha asegurado que el objetivo de este ataque "duro y despiadado", en el que además de los dos soldados muertos resultaron heridas otras cuatro personas -dos militares y dos civiles repartidores de pizza- era causar una "masacre".
Todas las fuerzas políticas norirlandesas han condenado el atentado, el primero contra un soldado británico desde la muerte del lancero Stephen Restorick en 1997. El primer ministro unionista, Peter Robinson, y su segundo republicano, Martin McGuinness han pospuesto su viaje oficial a Estados Unidos, que debía arrancar este sábado y en el que tenían previsto entrevistarse con el presidente americano, Barack Obama.
A medida que pasan las horas empiezan a conocerse nuevos detalles sobre el atentado terrorista contra la base militar de Massaleene en Irlanda del Norte. La policía no ha avanzado aún los nombres de los fallecidos, pero ha apuntado que se trata de dos soldados al filo de los 20 años, que junto a su regimiento estaban a punto de ser desplegados en Afganistán.
Nada se sabe todavía de sus asesinos pero todo apunta a que pertenecen a las bandas de disidentes, crecidas al calor del descontento en los barrios católicos en torno al proceso de paz.
La emboscada tuvo lugar alrededor de las 21.40 horas. Las 22.40 hora española. Al contrario de lo que se había dicho en un principio, los terroristas no llegaron a la base disfrazados de repartidores de pizzas sino que aprovecharon la llegada de éstos para disparar contra los militares. Eran tres: el conductor y dos personas armadas con fusiles automáticos. Dispararon dos ráfagas. La segunda, para rematar a sus víctimas en el suelo.
Dos de los heridos eran repartidores de pizzas
Dejaron el saldo siniestro de dos muertos y cuatro heridos, dos de los cuales eran repartidores de pizzas de la sucursal de Domino's local. Uno de éstos, un joven de 18 años, recibió tres impactos de bala y se halla en estado crítico. Los otros dos están ingresados en estado grave en un hospital del condado de Antrim.
La base de Massereene se halla a unos 25 kilómetros de Belfast, en el extremo nororiental de Irlanda del Norte. El atentado de anoche es el más grave en la provincia desde la bomba de Omagh, que en agosto de 1998 mató a 29 personas, entre ellas dos españoles. Como entonces, también ahora da la impresión de que detrás de la bomba están los disidentes de organizaciones como el IRA Auténtico o el llamado IRA de la Continuidad. Bandas que no se resignan a luchar por la independencia por medios puramente pacíficos.
El atentado se produce unas horas después de que el jefe de la policía del Ulster, Hugh Orde, se viera obligado a revelar que ha reclamado la presencia de las fuerzas especiales precisamente para reunir datos sobre los disidentes. Un reconocimiento que ha enfadado sobremanera a los líderes del Sinn Fein, a quienes el retorno del Ejército les incomoda por su historial sangriento en Irlanda del Norte.
El viceprimer ministro norirlandés Martin McGuinness, ex miembro del IRA y líder del Sinn Fein, advirtió este viernes que las fuerzas especiales eran percibidas por los republicanos como "una amenaza" y lanzó un mensaje a Orde y al Gobierno británico: "La historia demuestra que muchas de estas fuerzas han sido tan peligrosas para la comunidad como cualquier otro grupo armado".
Pero el jefe de la policía del Ulster no sólo admitió el retorno de las fuerzas especiales. También elevó al máximo el nivel de alerta por atentado y avisó de que en cualquier momento podría ocurrir un ataque de los disidentes.
Según el diario 'The Guardian', éstos han reclutado recientemente pistoleros curtidos en las filas del IRA. Terroristas que no tragan con el proceso político y están dispuestos a seguir golpeando en nombre de la unificación de Irlanda.
De confirmarse la autoría de los disidentes, éste sería su atentado más mortífero desde la masacre de Omagh. En 2008 dispararon a matar a dos oficiales de policía en sendos atentados en Derry y Dungannon. Hace menos de un mes, las fuerzas de seguridad desactivaron una bomba de 136 kilos en el condado de Down, muy cerca de unos barracones del Ejército. Entonces nadie murió. Anoche no hubo tanta suerte.
El Mundo (8.03.2009)
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