El pasado viernes Dolores Payás tuvo a bien invitarme al estreno de su última película: “Mejor que nunca”. Y aunque tenia algunos pequeños problemas de sonido, o eso me pareció a mi –yo a Emiliano no le entendía muy bien y no precisamente por ser mejicano, al contrario era de agradecer esos maravillosos giros que solo los hispano-americanos sacan a la lengua española-, finalmente resulto un entretenimiento divertido lleno de mensajes rompedores e inconformistas. Dolores a través del personaje protagonista: Isabel, recreado con regocijo por Victoria Abril, nos denuncia todos los tópicos de corrección social, y hasta política, que nos atenazan en esta sociedad barcelonesa.
A propósito de Barcelona, Dolores huye deliberadamente de enseñarnos “la ciudad de postal” de Vicky, Cristina,… prefiere unas viejas escaleras del puerto con una “estentórea” barca llena de mariachis o un supuesto chiringuito en las afueras de Hospitalet, las referencias a la “Barcelona Glamour” son interiores intemporales que pudieran cuadrar en cualquier lugar.
Lo suyo es centrarse en mirar a nuestro alrededor poniendo a cada personaje/obsesión en el lugar que todos deberíamos dejarlos, pone al descubierto la falsa trascendencia de los que pretenden que estemos todo el día culpabilizándonos o sufriendo. Es el caso de la penosa hija de Isabel supermoderna redimidora y puritana progre que no contenta con vivir angustiada, angustiando a su marido y malcriando a sus hijos, pretende la angustia de su madre por haber sido abandonada por un marido obnubilado por dos pechitos tiernos sin mas cerebro que el necesario para sacarle los cuartos.
Frente a ello la aparición casi mística de Emiliano es un revulsivo capaz de voltear todas las conveniencias sociales. Lo lúdico, representado aquí por una cultura mejicana algo tópica pero apropiada al mensaje, sobre todo por la postura ante el placer o el dolor, nos permite reírnos de toda la parafernalia de lo políticamente correcto. Y finalmente ver donde deja Dolores a los nacionalistas -“barretineros” en palabras de Isabel- en lo que realmente son: mediocres que se miran el ombligo y pretenden imponer cual portero de finca lo que debemos o no hacer, con nuestra basura o con nuestra vida, diciéndonos quien pasa y quien no… Al final siempre son los que llaman a los “Mossos d’escuadra” para que nos detengan o nos multen. Por cierto, portentosa parodia de nuestras fuerzas de seguridad, obsesionados con detener a todo “quisqui” por resistencia o agresión a la autoridad.. finalmente, tremenda la “mossa” que hace soplar y soplar y soplar a Isabel/Victoria.
Lastima que finalizada la comedia a la salida del cine nos encontramos la dura realidad de la inmersión en la ficción tópica de lo políticamente correcto.
Querida Dolores vas a herir sensibilidades puritanas entre las feministas, progres y nacionalistas. Espero que el humor relaje las mandíbulas y las mentes. El humor puede ser revolucionario.
Gracias por la invitación. Con lo dicho no he explicado el argumento de la peli… por lo que ¡¡hay que verla!!
Vicente Serrano
blog de Vicente Serrano (Barcelona, 02 de febrero de 2009)
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