Medio Ambiente
Antonio Cerrillo – Barcelona
El año pasado, en 28 de las 40 estaciones de control atmosférica de la región de Barcelona (en el 65% de los puntos de muestreo) se rebasaron los topes reglamentados sobre partículas en suspensión.
La directiva europea sólo permite superar 35 veces al año el valor límite diario de este contaminante (50 mg/ m3).Sin embargo, los máximos se superaron ampliamente: 136 veces en El Prat (plaza de la Església), 99 en Barcelona-Sants, 98 en Vilanova i la Geltrú (barrio del Tacó), 84 en Sant Feliu de Llobregat de o 82 en Sant Andreu de la Barca. En la capital catalana, en siete de las nueve estaciones se superó el límite de contaminación por partículas en suspensión.
La presencia de este contaminante es algo inferior a la del 2006 (cuando se rebasaron en 28 de las estaciones: en el 80% de los casos). "La meteorología nos ha sido favorable, porque ha posibilitado la dispersión de partículas, pero aún así estamos en claros niveles de incumplimiento de las normativas", dijeron los técnicos del Departament de Medi Ambient.
La contaminación por partículas en suspensión se debe al tráfico y, en menor medida a las industrias, las obras públicas y las actividades extractivas. Además del área de Barcelona, existen focos de foco de contaminación en Manresa, el área de Vic, Tarragona, Mataró y Sant Celoni.
La conurbación de Barcelona también se alejó de los objetivos de calidad del aire referidos a los óxidos de nitrógeno, generados por los coches y las industrias.
En ocho de las 28 estaciones se superaron los límites de la media anual (46 microgramos por metro cúbico). Las zonas más contaminadas fueron el Eixample y Gràcia-Sant Gervasi en Barcelona, El Prat, Cornellà, Santa Perpètua, Santa Coloma de Gramenet, Sabadell y Sants en Barcelona. La proporción de estaciones que rebasan los topes de este contaminante es del 28,5%, casi igual a la del año pasado (un 30%). Lo más grave es que en otras once estaciones se rebasaron los límites más exigentes que estarán en vigor en el 2010.
En cambio, el año pasado hubo menos contaminación por ozono, un contaminante que afecta especialmente a asmáticos, deportistas al aire libre o ancianos. Este contaminante se produce por los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos cuando hay fuerte radiación solar. Pero en verano hubo mucha nubosidad y sólo se superaron los valores que obligan a informar a la población en 15 ocasiones, correspondientes a nueve puntos de medición. Pese a que aún no se sabe si la reducción de velocidad ha reducido la polución, los técnicos de Medi Ambient recuerdan que "los estudios que sirvieron de base al plan de descontaminación así lo prevén".
La Vanguardia (14.03.2008)
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