Hace unos meses se hablaba en otros foros, y con razón, de "Guerra declarada a Rosa Díez", explicando que era "insultada y despellejada de la forma más obscena, ruin y vulgar". Eso era cuando aún estaba en el PSOE, pero las cosas han ido a peor cuando lo ha dejado para fundar su UPD. Adelanto que no comparto la base ideológica de Díez, y mucho menos la de algunos de sus compañeros de viaje, pero especialmente en Navarra los insultos han rebasado lo aceptable en democracia. Aunque peores que los insultos son las insidias sonrientes.
Rosa Díez es traidora. Para Zapatero y su entorno, desde luego, Díez es una traidora al socialismo. En realidad, Díez defiende ahora ideas que tras el cambio de rumbo del PSOE vasco no puede seguir defendiendo cómodamente desde esas siglas; ideas que ya tenía antes y que nunca ha ocultado. Así que no ha engañado a nadie, y más bien habría que ver cuándo y por qué el PSOE oscila cerca o lejos del nacionalismo. Díez no es desde luego traidora al programa de unidad constitucional española que hizo suyo durante su última etapa en el PSOE, y si hay traición a esos principios no es la suya. ¿Patriotismo constitucional o "patriotismo de sigla"?
Rosa Díez es derechista. Para algunos de sus críticos, y realmente más para el mundo batasuno y el de IU, Díez es poco menos que una peligrosa fascista o clerical. La verdad, si uno lee lo que esta mujer ha dicho y escrito, o simplemente ve su pinta, cuesta imaginársela como una malvada reaccionaria: es anticlerical, progre, me temo que abortista, empapada de ideología de género y demás requisitos del perfecto izquierdista moderno. Defiende esa cosa tan complicada que llaman "ciudadanía", y no sencillamente el patriotismo español. De hecho va de la mano de Fernando Savater, el hombre que entra y sale de La Moncloa y al que España "se la suda". No, no, esta gente será lo que sea pero ni son de derechas ni la coincidencia en enfrentarse con ZP debe llevar a nadie a apoyarles o votarles desde la derecha.
Rosa Díez es enemiga de Navarra. Y llegamos a las insidias. Rosa Díez ha estado por Navarra, ha sido entrevistada por Diario de Navarra (en página par, eso sí: sólo puede quitar votos a UPN y PSN, que ahora son como las dos niñas de los ojos del medio de Cordovilla) y tiene ya una coordinadora de UPV, que es María del Mar Izquierdo Mateos, antes afiliada de CDN y antes aún concejala de UPN en Villava. Pero la relación de UPD con la Navarra oficial no va a ser fácil, en la medida en que "Unión Progreso y Democracia es un partido nacional y laico que concibe España como una nación de ciudadanos libres e iguales en un Estado unitario, descentralizado e integrado en Europa" y lleva en su programa la desaparición de la referencia a los "derechos históricos" de la Constitución.
Realmente el problema es menor y el debate doctrinal es mucho más complicado. Con la excusa de unos "derechos históricos" que pocos de los que se llenan la boca con ellos sabrían de verdad explicar, lo que se trata a veces de castigar en Díez es su crítica de septiembre al proyecto de grupos parlamentarios propios para UPN en Madrid. Porque Díez cree que los derechos de la comunidad "se defenderán mejor desde un grupo fuerte y potente que tenga un mismo proyecto para toda España, respete la unidad constitucional y las especificidades de cada una de las regiones de España". Pero eso es verdad, y no porque lo diga esta buena mujer. Navarra es mucho más que unos u otros derechos, y discrepar no convierte en enemigo al discrepante salvo cuando se carece de argumentos. Lo cree también mucha gente que, por ser de derechas y no dejarse engañar, nunca le votará, salvo que le obliguen a hacerlo
Pascual Tamburri. Doctor en Historia
elsemanaldigital.com, martes, 11 de diciembre de 2007
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