El informe destaca la «anomalía» de que las comunidades forales sean receptoras netas El Estado ingresa por cada ciudadano vasco una cantidad similar a la que recaba por extremeño
CARLOS SEGOVIA
MADRID.- La gran distorsión del descentralizado Estado español son los regímenes fiscales privilegiados, especialmente los forales del País Vasco y Navarra, pero también, en menor medida, el de Canarias.
Francisco Pérez, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia, citó ayer, como primera «anomalía» del sistema, la posición de ventaja de estos territorios al presentar el informe difundido ayer.
«Las comunidades forales no participan en la solidaridad interterritorial, a pesar de que su nivel de renta es superior a la media, y Canarias tampoco», afirmó. De acuerdo con el estudio, Navarra es la segunda Comunidad más próspera de España, con un nivel de renta de 21.083 euros per cápita. La tercera es el País Vasco, con 20.574 euros.
Sin embargo, tanto vascos como navarros son beneficiarios netos del Estado. Es decir, reciben más que lo que aportan. El País Vasco obtiene un saldo per cápita equivalente al de Murcia, pese a que los murcianos son un 30% más pobres.
La razón es que son los únicos que se encargan de controlar los ingresos del Estado en su territorio, reteniendo el grueso y transfiriendo a Hacienda sólo una cantidad previamente acordada, el llamado Cupo, que los expertos consideran infravalorada. El Cupo refleja, teóricamente, el coste de las competencias que el Estado aún presta en Euskadi e incluye desde la defensa y la política exterior a los gastos de la Casa del Rey.
El resultado es que los ingresos del Estado en el País Vasco se sitúan en una media de 3.820 euros por habitante, una cantidad similar a la que recaba por cada extremeño. Otra cosa es que el Estado gasta después más en Extremadura que en Euskadi, por lo que el saldo no queda tan disparatadamente similar entre ambas comunidades. Cada extremeño es beneficiario neto en 2.375 euros y, cada vasco, en 792 euros. Esta cifra se encuentra, no obstante, por encima de la media española, que es de 292 euros.
Canarias es la décima autonomía más próspera, pero figura entre las cuatro que mejor balanza obtienen del Estado, 1.544 euros, por encima de los andaluces, pese a que éstos son un 22% más pobres.
El problema se agudizará si prospera la reivindicación del Partido Nacionalista Vasco de que se rompa la llamada caja única de la Seguridad Social.
«Si la Seguridad Social se transfiriera, el desenganche de esas comunidades se acentuaría», agregó Pérez. No obstante, los autores del estudio resaltaron que modificar el régimen foral supondría un cambio de la Constitución que escapa a la competencia de cualquier experto. «Corresponde al Parlamento tomar decisiones en ese sentido», subrayó Ezequiel Uriel.
Pero no habría consenso. De hecho, el Congreso de los Diputados tiene previsto aprobar hoy el convenio con Navarra, similar al llamado Cupo vasco, acordado ya el pasado mes. Tanto los partidos nacionalistas como los llamados constitucionalistas en Euskadi y Navarra coinciden en defender el régimen fiscal privilegiado del que disfrutan.
Sin embargo, los celos que provoca el llamado Concierto vasco en Cataluña están en el origen de la redacción del Estatut en 2005 y su equiparación es el objetivo declarado del líder de Convergéncia i Unió, Artur Mas. El conseller de Finanzas de la Generalitat, Antoni Castells, también se ha quejado del agravio que supone para Cataluña tener peor posición fiscal que Euskadi.
El presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, sostiene que el sistema de Cupo implica solidaridad con el Estado y que la inversión de Fomento en infraestructuras es mínimo comparado con otras comunidades. Además, una de sus reivindicaciones ante José Luis Rodríguez Zapatero es un acuerdo jurídico que «blinde» -según su expresión- el Concierto vasco frente a la Unión Europea. La Comisión Europea mantiene iniciados procedimientos de infracción contra los impuestos de Euskadi que constituyen la única y verdadera amenaza actual contra la pervivencia del régimen foral.
El Mundo, jueves, 29 de noviembre de 2007